Veintitrés horas en el reloj
¿sabes que no hay nadie como tú?
pero no llegarás aunque perezca la noche
aunque me crucifique la maldita culpa
aunque se arrodille el arrepentimiento
aunque te ame sin medir consecuencia
aunque muera por besar tu ausencia.
No existe esperanza de visitar tu mirada
calmar mis delirios en tu sonrisa
y te extraño más que una mañana de rocío
pero no llegarás a mis pasiones secas
ni cambiarás el rumbo de tus ojos
sólo pasarás por la calle “recuerdo sin fin”
dejarás la eternidad de una desventura ruin.
Aún saqueo en la razón de cada noche negra
por qué quiero tenerte entre mis brazos
entre mis segundos más eternos
que mis sueños culminen con tus besos
que tus manos moldeen mis ganas de ti.
¿Sabes que como tú… a nadie he amado?
lo dice a gritos… mi corazón enamorado.
Suena la noche cual triste lamento
y te extraño como nunca te extrañé
y te amo como nunca supe que amé
y aunque muera por vivir a tu lado
por mi ventana te veo alejar
por mi culpa de mortal sin razón
sólo queda el eco de esta triste canción.
