Dios mío, ¡acepta mi oración y mis ruegos! ¡Dame entendimiento, y sálvame,
tal como lo has prometido!
Yo te cantaré alabanzas porque me enseñas tu palabra.
Alabaré tus promesas,
pues todos tus mandamientos son justos.
Ven y tiéndeme la mano,
pues he decidido obedecerte.
Dios mío,
ansioso espero que me salves;
tus enseñanzas son mi alegría.
Dame vida y te alabaré; ¡que tu palabra me sostenga!
Ando como oveja perdida; ven a buscarme,
pues te pertenezco
y tengo presentes tus mandamientos.