Bienaventurados
Bienaventurados los pobres de espíritu
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos
porque poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre
y sed de justicia,
porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos
porque ellos alcanzaran misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz
porque se llamarán Hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos
por causa de la justicia
porque de ellos es el Reino de Dios.
Bienaventurados los ultrajados
por el nombre del Señor
porque tienen gran recompensa en el Cielo.
(Mateo 5, 1-11)
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