Si esta tal vez fuera nuestra última noche,
bajaría a la luna a alumbrar con derroche
el amor que te entrega la mujer que mañana,
quedaría en tus cuerdas donde vibra su alma.
No quisiera pensar que esto sucediera
porque mi piel anhela amarte en sus quimeras,
alumbradas por velas, que derritan la cera
en los cuerpos que amando fundidos se desvelan.
Si esta tal vez fuera nuestra última noche,
le pondría un candado a caricias que goces,
ancladas a tus labios cual finísimo broche
prendiéndote en mi pecho, el que ya tú conoces.
Mis deseos por ti, son tan tierna locura,
que de sólo pensar que ya no te tuviera,
me arrancaría el alma regalando a la luna,
la luz que brota de ella... Y que ella te siguiera.
Más hoy estás aquí, vivamos el momento
sin pensar en mañana, las horas pasan presto,
no perdamos minutos, ni segundos en esto
nos espera el amor, abrasando por dentro.
Se cumple una vez más, nuestro fiel juramento,
de no medir el tiempo, ni deseos en cuerpos,
esperando entregarse, disfrutando el momento,
cual si fuera la última de las noches de cuentos.
© Agosto 2007, autor: Mujer de Espuma |