Te regalo mi alma en cada letra
y en cada verso nace una emoción,
que como dardo encendido penetra
y me pliego ferviente a tu adicción.
Tu invisible presencia me domina.
No puedo controlar mis pensamientos.
Como una flor plantada que germina,
Tú me haces crecer mis sentimientos.
Eres quien calma mis tórridas tormentas.
y eres la sirena de mis playas,
que en mi mar de pasiones turbulentas,
al hacerlo... en mis brazos te desmayas.
Y siendo Tú la furia de mis mares,
eres también rocío de mi aurora.
Diosa eres que adoro en mis altares
y eres sin duda a quien mi alma adora.
Así como una droga me enardeces.
Me pierdo en tu distancia y en tu ausencia.
Y aunque yo sé que no me perteneces,
yo sigo percibiendo tu presencia.
Cuando risueña besas mi alborada,
late mi corazón y alegras mi alma.
Tu sonrisa me pide ser amada
¡ Y cual mi droga mis temores calma !
© Autor: Entedelmilenio
|